Patatas de 15 Horas ES

¡Las patatas fritas más crujientes que he probado en mi vida!

Se llaman patatas de 15 horas porque necesitan 15 horas de preparación para estar listas. No es difícil prepararlas, solo necesitan tiempo en el horno, en el frigorífico y finalmente en el congelador.

Lo bueno de estas patatas es que las tienes en el congelador y las fríes en cualquier momento porque hay que freírlas congeladas de todos modos para que mantengan su forma.

Para esta receta necesitaremos una mandolina de cocina para cortar bien las patatas.

Preferimos patatas grandes porque de esa manera se mantendrán mejor cuando se frían. ¡Los trozos pequeños se desprenderán fácilmente!

Ingredientes:

2.200g patatas grandes

130g mantequilla sin sal derretida y a temperatura ambiente

1 cucharada de sal

Aceite para freír

Utilizaremos una bandeja redonda de 26cm de diámetro o un pyrex de 28x18cm con papel de horno, cortando bastante más para luego tapar las patatas.

Pelamos las patatas y las secamos con papel de cocina.

Cortamos las patatas con la mandolina (a lo largo para que las rodajas sean lo más grandes posible) en rodajas de 2-3 mm de grosor. Secamos nuevamente con papel de cocina.

Agregamos la mantequilla y la sal y mezclamos.

Extendemos las patatas lo más uniformemente posible, creando capas consecutivas con el menor número de huecos posibles. Las patatas sueltan agua.

 Tratamos de no transferir agua al pyrex. Cuando las patatas estén todas puestas, colamos el líquido y añadimos la mantequilla sobrante sobre ellas. Cortamos un trozo de papel de horno con las dimensiones del pyrex y lo colocamos encima de las patatas. Doblamos el exceso de papel de horno y finalmente cubrimos el pyrex con papel de aluminio.

Horneamos las patatas en un horno precalentado a 150°C durante 2-3 horas. Para ver si están listas, probamos con un cuchillo para ver si están todas cocidas.

Retiramos el pyrex del horno, sacamos el papel de aluminio y colocamos un pyrex de las mismas dimensiones encima de las patatas. Ponemos latas encima del pyrex como peso. Dejamos que las patatas alcancen la temperatura ambiente durante unas 4 horas.

Transferimos el pyrex con el peso y las latas al frigorífico durante al menos 4 horas.

Transferimos con cuidado las patatas ya frías a una tabla de cortar.

Las cortamos a la medida que queramos. Yo las prefiero en trozos de 2,5 x 4 cm para un interior más suave y 3x3 cm la versión más crujiente.

Colocamos las piezas en una bandeja forrada con papel de horno, las cubrimos con film transparente, y metemos la bandeja en el congelador y la dejamos por 7 horas para que se congelen bien. Cuando estén congeladas podemos meterlas en una bolsa de plástico que cierre bien. Se mantienen en el congelador durante meses.

Para freírlas, colocamos suficiente aceite (5-6 cm) en una olla o sartén honda y la calentamos bien.

Ponemos 4-5 piezas a la vez e intentamos no darles la vuelta demasiado porque las rodajas de patata se desprenden con mucha facilidad. Freímos hasta que estén doradas. Las transferimos en papel de cocina o en una rejilla.

Servimos con un poco de sal.